«Ten respeto contigo mismo. Si dejas que te maltraten, ¡te maltratarán toda tu vida!.»
Regreso al futuro
AUTOESTIMA Y AUTOCONCEPTO
La autoestima no es solo “sentirse bien con uno mismo”.
Es algo mucho más profundo.
Es la base emocional desde la que nos relacionamos con el mundo… y con nosotros mismos.
Está íntimamente ligada al autoconcepto (lo que creemos que somos) y a la autoaceptación (lo que sentimos hacia eso que somos).
Dicho fácil: si la imagen que tienes de ti mism@ es positiva, tendrás más seguridad, más fuerza y más claridad para moverte por la vida.
Pero si esa imagen está cargada de autocrítica, inseguridad o rechazo… la cosa se complica.
🧠 Una autoestima baja puede ser el origen invisible de muchas tormentas:
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Ansiedad
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Culpa excesiva
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Relaciones desequilibradas
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Dificultad para poner límites
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Sensación de vacío
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Incapacidad para mostrarte tal y como eres
Y lo peor: el mundo lo nota.
Quien no se valora, proyecta debilidad.
Y sí, hay personas (jefes, parejas, «amigos») que se aprovechan de eso.
Por eso decimos que una autoestima sana es la piedra angular de una buena salud mental.
Cuando te valoras, te respetas.
Y al respetarte, pones límites, eliges mejor, y dejas de mendigar migajas emocionales.
Claro que no nacemos con una autoestima inquebrantable.
Se construye.
Se forma desde la infancia, en función de lo que nos dijeron, cómo nos trataron y lo que aprendimos a creer de nosotros mismos.
💡 La buena noticia: la autoestima se puede reprogramar.
Incluso si fue dañada en la infancia.
A través del trabajo terapéutico, la introspección y el autocuidado, puedes reaprender a verte con otros ojos.
Con los ojos de quien por fin se reconoce y se da el lugar que merece.
Porque no se trata de ser perfect@.
Se trata de dejar de ser tu peor enemig@.