«Un grano de arena, es todo lo que ha quedado de mi reino sin fronteras, te lo regalo.»
La historia interminable

DEPRESIÓN

La EMOCIÓN DE TRISTEZA es una emoción peculiar, cuando es funcional nos ayuda a recuperarnos de una crisis vital, una pérdida de cualquier tipo. La emoción de tristeza vuelve nuestra atención hacía dentro, mientras intentamos recomponer la PÉRDIDA que hemos sufrido y adecuarnos a la nueva realidad, sin esa persona amada, sin esa salud, sin ese trabajo.

Si la tristeza se cronifica aparece la DEPRESIÓN, que actúa de forma parecida a un VIRUS, una vez nos infecta nos hace perder el control sobre nosotros mismos, el virus ataca a nuestra autoestima, nuestro autoconcepto, aumenta nuestros niveles de ansiedad
y comienza a buscar información negativa y traumática dentro de nuestra memoria para después sacarla a la luz y  lanzarnos mensajes negativos, descalificadores y catastrofistas.
De esa forma nos va destruyendo la autoestima y el ánimo poco a poco, hasta caer dentro de un hoyo tan profundo y oscuro donde ya no vemos salida, tan profundo que incluso si alguien nos lanza una cuerda, nuestra desesperanza e indefensión es tan grande que ya no querremos cogerla, no merece la pena.

La emoción de TRISTEZA te inunda, cada vez sientes menos, nada te genera ilusión, nada es motivante, sólo quieres estar sol@, una especie de NADA te invade y sólo quieres DESAPARECER, si haces algo, lo haces como un autómata sin alma, evitas amistades, evitas familia, evitas la mayoría de situaciones que impliquen interactuar con otros y si lo haces, intentas fingir una sonrisa ocultando tu vacío interior, hecho que te hace sentir más el VACIO si cabe.

Encontrar su origen, “SACAR LA BASURA” y poner orden al caos, puede mejorar nuestro diálogo interno y paralelamente trabajar en la recuperación de los refuerzos perdidos, puede mejorar nuestro estado de ánimo poco a poco hasta recuperar la funcionalidad perdida.

El precio de la sesión es de 55€/h.

Todo camino comienza con un primer paso.