MÉTODO DE TRABAJO
Análisis del problema y determinación de objetivos
Antes de comenzar, realizo una breve entrevista telefónica sin compromiso de entre 10 y 15 minutos para conocer el caso y valorar si soy el profesional adecuado. En esa llamada también indico una estimación inicial del número de sesiones necesarias según la problemática presentada.
Si ambos decidimos continuar, envío una serie de cuestionarios clínicos que permiten tener una visión clara del punto de partida. En las sesiones combinamos psicoeducación, técnicas basadas en la evidencia y diferentes enfoques terapéuticos según las necesidades del caso. Además, incluyo tareas para casa y ejercicios conductuales orientados a romper patrones disfuncionales y facilitar cambios reales entre sesiones.
No establezco una frecuencia rígida: no existe obligación de acudir cada semana ni de mantener un ritmo fijo. La periodicidad se adapta al momento del paciente, a su disponibilidad y a los objetivos terapéuticos, siempre buscando eficacia y realismo.
Trabajo desde un enfoque práctico: no prolongar la terapia más allá de lo necesario. Cuando el paciente dispone de herramientas suficientes para manejar su día a día, la propia evolución marca el cierre natural del proceso. En el futuro, siempre puede solicitar sesiones de seguimiento puntuales para reenfocar, afianzar o afrontar nuevos retos.


