Aquellos que no aprenden nada de los hechos desagradables de sus vidas, fuerzan a la conciencia cósmica a que los reproduzca tantas veces como sea necesario para aprender lo que enseña el drama de lo sucedido. Lo que niegas te somete. Lo que aceptas te transforma

Carl Jung

 

En la película del caballero oscuro, los personajes de Batman y el Joker  representan metafóricamente la eterna batalla del humano consigo mismo. El Joker es la metáfora de nuestro inconsciente y también el concepto o el arquetipo de la sombra que definió Carl Jung, es un concepto que representa nuestro lado oscuro, es donde no hay luz, el lado oscuro de la fuerza, es lo oculto, nuestro lado animal, nuestro inconsciente, es la zona caótica donde residen los deseos, pulsiones y emociones, conceptos abstractos que a nuestro preconsciente le cuesta aceptar y se empeña en reprimir.

Batman en cambio, es la metáfora de nuestro preconsciente y el arquetipo de la persona, curiosamente la palabra persona viene del latín persona y significa máscara, por eso Batman representa a la perfección este arquetipo, llevando la máscara que oculta su verdadera identidad.

El Joker representa por completo al arquetipo de la sombra y como él le dice a Batman yo no te quiero destruir, tú me completas, Batman por otro lado no entiende al Joker ya que el Joker no juega con las reglas de Batman, ya que no tiene reglas, ni principios éticos, es un nihilista y un hedonista.

A Batman y el Joker también los podriamos interpretar como una alegoría del bien y el mal, estas figuras en otras épocas se han representado con otros disfraces, a través de los mitos, como por ejemplo en el neolítico el Dios SOL y Dios Luna, en Grecia el Orden y el Caos, en el antiguo testamento Dios y Satán, en la edad media Sant Jordi y el dragón, en China que son más holísticos, el ying y el yang y en el renacimiento el cerebro y el corazón.

Si lo pensamos, el símbolo de lo inmoral o el mal se representa en muchas ocasiones como una serpiente o un dragón, curiosamente coincidiendo con lo que representa la zona del cerebro reptil del humano, donde residen los bajos instintos.

Volviendo a los arquetipos de los personajes de Batman y Joker, podemos ver que juntos son las conductas y los pensamientos de una única persona, dos caras de la misma moneda. Batman representa también el funcionamiento preconsciente de nuestra mente. El preconsciente, que es el encargado de dictar las normas sociales y la moral establecida en esa cultura y en esa época en concreto. Como ya sabéis la moral no es algo inamovible, va modulándose con el paso del tiempo. Los espartanos por ejemplo, veían normal tirar a los bebés descartados a los perros y aquello hoy en día no está bien visto, u ofrecer a tu hijo primogénito como ofrenda a los dioses como Abraham, hoy tampoco está de moda.

En definitiva, si solo utilizamos la norma, seremos super rígidos como Batman, reprimiremos las emociones y sufriremos como él, el tío está siempre amargado porque nunca alcanzará su ideal de sociedad,  y por otro lado si sólo seguimos nuestros instintos básicos seremos como el Joker, seres antisociales, nos destruiremos a nosotros mismos y arrastraremos a los demás con nosotros.

¿Entonces dónde reside el secreto? Pues como decía Aristóteles, la virtud reside en el equilibrio, o como se dice hoy en día, la inteligencia emocional es lo que nos hace resilientes.