«Contigo he descubierto cosas que no sabia que existían. Los atardeceres, los paseos por la playa… los semáforos»

Agárralo como puedas

 

Un ejercicio que me encanta recomendar es el de “Una locura al día”. Es un ejercicio que ayuda a reducir la ansiedad social mediante la exposición y consiste en realizar, cada día, algo inesperado, extravagante o simplemente diferente frente a un grupo de personas (compañeros de trabajo, de clase, amigos, etc.). El objetivo principal es exponerse de forma consciente al “qué dirán” y aprender a tolerar el juicio social o la incomodidad que surja al ser el centro de atención durante un momento.

A continuación, se describe en detalle:

  1. Idea principal
    • Escoge una acción sencilla pero inusual (o, en algunos casos, algo atrevida) que llame la atención de quienes te rodean.
    • Puede ser algo tan simple como ponerse un accesorio llamativo, cantar brevemente en voz alta, o bailar al ritmo de una canción que suene en tu entorno.
    • Lo importante es que tu conducta rompa mínimamente la expectativa normal de los demás para que genere curiosidad o sorpresa.
  2. Propósito
    • Romper la monotonía: Al hacer algo fuera de lo común, sacas de la rutina tanto a ti como a los que te rodean.
    • Ganar confianza en uno mismo: Al exponer tu “lado más auténtico” o “divertido”, te obligas a manejar la incomodidad y a sentirte más cómodo siendo el foco de atención.
    • Desensibilización al juicio: Con el tiempo, al ver que la mayoría de las reacciones no son tan negativas como pensamos (o que la aprobación o desaprobación de los demás no es tan determinante), vas fortaleciendo tu autoconfianza.
  3. Ejemplos de “locuras”
    • Cantar una frase de tu canción favorita en la oficina o en el pasillo de la escuela cuando creas que hay gente mirando.
    • Llevar una prenda inusual (p. ej., un sombrero divertido o calcetines de colores chillones) y lucirla con orgullo.
    • Hacer un saludo inesperado: chocar los cinco con todo el mundo o inventarte un baile corto cuando llegas a un lugar.
    • Pedir una cosa “extraña” en un café (p. ej. el batido con una decoración exagerada o mezclar sabores poco comunes) y comentarlo en voz alta.
  4. Cómo llevarlo a cabo de forma sana y positiva
    • Empieza poco a poco: Escoge acciones “raras” o extravagantes según tu nivel de tolerancia al ridículo. No se trata de exceder tus límites de golpe y generar una situación muy incómoda; el punto es ir expandiendo gradualmente tu zona de confort.
    • Mantén el humor: Afronta la situación con actitud ligera. Mostrar seguridad (o, al menos, no tomarte demasiado en serio el momento) ayuda a gestionar la ansiedad.
    • Respeta tu entorno: Evita “locuras” que puedan ofender o molestar a los demás de forma significativa. El objetivo es experimentar el juicio ajeno, no generar conflictos.
    • Observa las reacciones: Fíjate en cómo responde la gente. Normalmente, verás que no pasa nada grave, y muchas personas incluso lo encuentran divertido o carismático.
  5. Beneficios
    • Aumento de la resiliencia emocional: Practicar la tolerancia al juicio social reduce el miedo al rechazo y mejora la autoestima.
    • Flexibilidad mental: Te acostumbras a ser más espontáneo y abierto a lo impredecible.
    • Mejora de las relaciones sociales: Paradójicamente, hacer algo extravagante o gracioso suele generar conversaciones y, a veces, admiración por la valentía o espontaneidad.

En definitiva, “una locura al día” es un modo divertido de entrenar la seguridad en uno mismo y de liberarse del temor al qué pensarán los demás. Al llevar a cabo pequeñas acciones diarias que escapen de la norma, irás descubriendo que la crítica externa no es tan paralizante como imaginas y, lo más importante, que tú tienes la libertad de expresarte sin pedir permiso a la aprobación constante de los demás.